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¿Por qué prefieres pasar por el acoso solo y sin decirle a tu familia?

Este tema forma parte del la serie "Hackea tu mente" que si no los has visto te recomiendo que veas la repetición en el canal oficial de Movapp en Youtube.












El objetivo de las relaciones humanas es divino, es hacer equipo para lograr un bien común.

O básicamente ese es el sueño de cualquiera de nosotros. Ser parte de una comunidad donde podamos ser nosotros mismos, expresar nuestros sentimientos, proponer ideas, ser útiles y miembros respetados de nuestra entorno.


Entonces, ¿por qué es tan complicado lograrlo? ¿Eres tu o son ellos los que no entienden cómo hacerlo? ¿Por qué a veces sentimos que estamos solos o que los demás nos lastiman?


Y sobre todo... como se parece esto a la cobranza de los montadeudas.


El acoso cibernético que sufrimos, es traumante y es un proceso duro de pasar.

Se hace posible porque los cobradores saben que tenemos miedo a ser rechazados, señalados y abandonados por las personas que nos rodean. ¿Quieres quitarles ese poder? Entonces debes conocer de donde salió ese miedo tan terrible a que tu familia sepa que caíste en los montadeudas.


Para hacerlo más evidente, vamos a hacer una comparación entre lo que da y quitan los montadeudas y compararemos con lo que en una relación inmadura (tóxica) puede presentarse lo cual pudo haber sido la razón por la que no sentiste confianza para ser honesto.




Los montadeudas

La relación tóxica

Empieza hablándote bonito prometiendo que te va a ayudar.

SI

No respeta tu privacidad

SI

No cumple los acuerdos y te hace desconfiar

SI

Te hace sentir que te hizo un favor

SI

Te violenta y hace llorar

SI

No te escucha, sólo quiere su satisfacción

SI

Te quita más de lo que te da

SI

Te necesita para vivir

SI

Te hace sentir culpable

SI

Te dice querido para luego decirte rata asquerosa

SI

Empezó como una bendición y ahora es una penitencia.

SI

Estas mejor sin el/ella

SI

Te hace dudar de ti mismo

SI

Te chantajean para lograr tu atención

SI

Te humilla y provoca que los demás se alejen de ti

SI

Te apoyó cuando más lo necesitabas

No te apoyó cuando más lo necesitabas

Si te estás dando cuenta que la razón por la que no puedes confiarle a tu familia que estás pasando por problemas, es probable que tengas una relación tóxica con ellos. Mi propuesta es que empieces por conocerte, luego a aceptarte, amarte y a buscar transformar tu entorno con todo el amor y cariño que se merecen con el objetivo de restaurar la relación y convertirla en una relación sana y justa. Si no es posible, entonces busca salvarte tu.


¿Cómo empezar a conocerte?

Hay una teoría psicológica que intenta explicar porque un adulto no puede ser pleno en si mismo ni en su comunidad.


Dice que cuando nuestros padres o quien nos crió cometieron errores por ignorancia o irresponsabilidad creando heridas de la infancias.

Si un adulto va por la vida tomando decisiones desde el trauma de su herida, va a generar destrucción pues tienen un velo en los ojos que le hace pensar que sus acciones son justificadas. El adulto con heridas, para sanar tiene primero que darse cuenta que la tiene.





1. Las herida de infancia del abandono

La provoca el progenitor del mismo sexo por falta de atención entre los 1 y 3 años.

El adulto herido se pone una máscara de dependencia, no puede estar solo a pesar de ser violentado o herido, pero le da más fobia la soledad. Para sanarlo, se debe aprender a estar solo sin angustiarse, sin sonidos ni distracciones. En silencio.



2.- La herida del rechazo


La provoca el padre del mismo sexo cuando no fuimos deseados, llegamos en un momento de crisis.



Es un adulto desapegado, que cree que no merece nada material. Prefiere pasar desapercibido. En la cuestión sexual, pasa de ser lujurioso a ser frío. Le incomoda su existencia, porque no se ha sentido perteneciente. Tiene la voz quedita y guarda dentro el pánico, no lo expresa. Le incomoda recibir, piensa que tiene más de lo que merece. No duerme placidamente. Se siente incomprendido y pueden llegar a desear la muerte del progenitor que lo rechazó. Huye constantemente.

Para sanarlo, debe dejar de huir para asumir responsabilidades. Levantar la frente y afrontar conscientemente las incomodidades hasta que se sienta confiado.



3. La herida de la traición

Es algo que el padre del diferente sexo provocó en el niño entre el nacimiento y los 4 años. Inicia cuando el padre o la madre




El adulto con esta herida es un controlador, quiere imponer sus deseos, controlar a los demás de que su decisión es la única y los demás no saben. Son buenos para manipular. En la sexualidad son difíciles de satisfacer. Son rápidos e inteligentes. Si no se le hace caso, o el otro presenta otra opinión, no dialoga y se va. Es nocivo y no confía en nadie mas que en si mismo. Puede crear conflictos para poder huir. Es fuerte, imponente y furioso. Por las buenas es lindo pero por las malas es terrible. Culpa a los hombres, si es mujer. Si es hombre, tienden a ser misóginos y a usarlas.

Para sanarlo el adulto con esta herida, debe trabajar su humildad Aprender a escuchar sin imponer, tomando en cuenta la opinión de los demás y verlos como iguales. Si eres padre, debe aprender a disciplinar no a controlar. Aprender a pedir perdón será un buen paso para avanzar.



4. La herida de la injusticia.


La provoca el padre del mismo sexo. Cuando el niño no es suficiente para el o ella.






Es una persona rígida, quiere ser perfecta y envidia a los demás. Aparenta lo que no es. Es muy ordenado y frío. No habla de sus problemas. Cuando siente injusticia explota pero en la soledad. Considera que la sexualidad es una debilidad. En su interior continuamente se juzga duramente y siente ira por no ser perfecto. Critica a los demás y a si mismo duramente. Se provoca sufrimiento porque no es capaz de ver sus talentos y habilidades. En su voz se nota estilo robot, no le pone emociones porque la controla. Cuando tiene amigos es entregado pero no expresa sus emociones reales. Controla sus hábitos alimenticios.

Se puede sanar perdonandose a si mismo y empezar a ver sus propias cualidades para llevarse mejor con los demás.



5. La herida de la humillación.


Entre el 1 y 3 año de vida, la madre la ocasiona cuando el niño es obligado a cosas humillantes como estar con el pañal sucio.


Cuando uno es humillado desde pequeño, el adulto se convierte en masoquista. Se ocupa de todos los demás para sentirse aceptado. Es sumiso y se degrada para que los demás estén cómodos. Justifica a los que lo humillan. Se siente menos que los demás, carga con la culpa de los demás para sentirse útil. Quiere solucionar los problemas de los demás, buscando curar su herida. Sufre por quedar bien con los demás. No se cuida al comer, pues así se satisfacen a si mismo. Prefiere estar atado a los demás.

Para sanarse, debe buscar a alguien de confianza para hablar de sus verdaderos sentimientos. Debe buscar ser libre, en vez de ser la solución para los demás buscar ser su propia solución. Conocerse profundamente a si mismo, será su salvación.


Es importante ver este tema de dos perpectivas.

La primera: ¿Qué herida de la infancia me está marcando mi adultez?

y la segunda: ¿Qué herida de la infancia está marcando a mis seres queridos?


La familia y la comunidad es primero. Pero, si estás enfermo y tu entorno no quiere sanar, no vas a sanar en donde te enfermaste.

No olvides que eres una persona valiosa y valiente. Aprende, conócete y se tu mejor versión.



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